Todos sabemos sobre la mirada masculina y la resultante sexualización del cuerpo femenino. La acusación estándar es que nosotros los hombres estamos escaneando nuestro ambiente por mujeres pasivas para pervertir, un acto que reduce a las mujeres de seres humanos complejos a simples objetos sexuales para nuestro placer. La siguiente definición del Diccionario de Referencias de Oxford representa la visión usual de que la mirada masculina, o al menos la que promueven activamente las feministas:
Mirada Masculina
1. Una manea de tratar a los cuerpos de las mujeres para ser observados, lo cual es asociado por feministas con la masculinidad hegemónica, en la vida diaria en cada interacción social y en relación con su representación visual en los medios: [vea también cosificación].
Lo que se destaca de estas definiciones de la mirada masculina es la agencia de los hombres: los hombres “tratan” a los cuerpos de las mujeres, “observan”, los cuerpos de las mujeres, y instauran “heremonía” sobre los cuerpos de las mujeres – una cosa impensable que le quita a las mujeres agencia de acuerdo a la crítica de cine feminista que creó la expresión “la mirada masculina”1
Pero de ser así, las mujeres siempre son las víctimas pasivas de las miradas violadoras, ¿o están jugando una parte en provocar a esas miradas en los hombres? ¿Podría ser que ellas son agentes provocadoras en un juego que inician y en gran medida controlan? Yo creo que la mayoría de la gente, al menos aquellos que no viven en negación, saben la respuesta a esa pregunta es un gran si.
Las horas y años gastados probándose ropas diferentes, y ensallando posturas o gestos de las manos en frente de un espejo – tocándose la cara, poniéndolas en sus caderas o en sus labios o ligeramente arriba de sus senos; o practicando gestos faciales – las sonrisas, los labios apretados, inclinar la cabeza, tocarse el pelo y las miradas, todo diseñado para cosechar la mirada de blancos hombres quienes no sospechan nada.
¿Podría ser que a través de un repertorio altamente cultivado de gestos y poses de mujeres poseen una agencia enorme y que los hombres sirven como blancos pasivos con poca agencia aparte de reacciones sin procesar?
Ya sea el caso de que primero necesitamos deshacernos del mito de que las mujeres son víctimas de este juego tan viejo, para lo cual voy a dar unas técnicas para cosechar la mirada masculina empleadas por las mujeres, una lista que puede fácilmente ser expandida al añadir sus propias observaciones sobre trucos de cosecha.
A continuación aquí hay algunas técnicas que las mujeres habitualmente usan para cosechar una reacción en movimiento, cada una envuelve a una mujer actuando y a veces agresivamente al ponerse en el rango de tus sentidos:
Giro y Giro
La mejor forma de describir esto es un giro del cuerpo en forma gentil de lado a lado, con frecuencia con las manos juntas en frente, para dar una imagen de exuberancia infantil como niñas pequeñas. A pesar de que esto parece ser un comportamiento apropiado para niñas de cinco años, el giro y giro no es algo para cosechar la mirada femenina – ella emplea esto para interrumpir el campo de la mirada masculina con un movimiento repentino, un gesto suficiente para ganar su atención y le permiten “escanear” su cuerpo.
El Bloqueo
Esto sucede cuando eres el blanco de una mujer quien quiere que tú te tomes tu tiempo para absorber su presencia. Ella va a pararse en una puerta, en medio del camino, o en un pasillo en una tienda a veces alludad por un carrito de compra el cual ella deja puesto estratégicamente en el pasillo. Si se hace bien, esto te fuerza a interactuar: “Disculpe yo moveré su carrito de modo que yo pueda pasar,” para lo cual ella responde “Oh, lo lamento,” mientras te muestra sus partes más atractivas – su vestido favorito, su cabello bien lavado, o la sonrisa por la cual ella fue famosa en el colegio.
El Asalto de Color
La práctica de usar colores que atraen la mirada es una técnica favorita, con el mensaje inequívoco de ¡VAS A MIRARME! Se fueron los colores pastel del año pasado, y entran los colores llamativos y directos diseñados para atraer la atención quien entra en el cuarto o cuando camina por la calle. Y no es sólo la ropa – la práctica se extiende al color del pelo, sombrero, , chal y bufanda se han vuelto igualmente llamativas, con las usuarias conformándose con nada menos que molestar a todos los ojos en el sector.
La Exclamación
La exclamación es usada en el momento en el cual en que un blanco masculino llega al alcance de su oído, y con frecuencia se usa en la forma de una pequeña muestra de sorpresa; “¡Oh, casi me desmallo!” declara una mujer al aire, o “Dios mío hoy hace calor” con la esperanza de que un total desconocido empiece a mirar en la dirección de la voz y, con suerte, siga con la conversación.
La exclamación también puede aparecer como un hablar en voz baja sobre algo en el momento preciso. Esta es una técnica favorita y es normalmente usada en la forma de una pregunta o una declaración que necesite una respuesta, tal como cuando ella está cerca de la oreja del hombre correcto en un pasillo de una tienda y con frustración murmulla supuestamente para ella, “No puedo encontrar la lata de espagueti, ¿las habrán cambiado de lugar?” o “¡Espero que hoy tengan pan fresco!” de modo que el hombre que pasa por ahí escuche y se sienta motivado a responder.
Caminata de Mírame:
Caminar hermosamente, proyectando una imagen de autosuficiencia con una mirada de yo-no-necesito-un-hombre, la caminante ha dominado el arte de aparentar estar desinteresada en la atención de los demás, mientras hace una demostración física de brazos que se columpian, tacones que suenan fuerte, una vestimenta que atrae la atención y un mentón-en-el-aire que hace que los hombres la miren una segunda vez. Esta rutina generalmente hecha en un distrito de negocios donde ella asiduamente escanea las ventanas de las tiendas para capturar todas las miradas masculinas reflejadas que su caminata empoderada sueña capturar. Su habilidad para usar las ventanas de las tiendas para mirarse a si misma y las caras reflejadas de aquellos que la miran se ha convertido en un arte que le permite mirar a los costados y no caerse cuando tiene poca atención en el camino.
El Incremento de Volumen
Esta técnica cosechadora de mirada sucede cuando estás caminando hacia una mujer que sucede ser una de las chicas quienes desean que tu mirada se dirija a ellas como un láser de un rifle de francotirador, ella de repente sube el volumen de la conversación que está teniendo, o se ríe muy muy fuerte, con frecuencia causando la sorpresa de su amiga quien no ha visto el propósito de esto. Tan ridículo como esto aparente ser a su amiga, ella sin embargo ha tenido éxito en atraer esos ojos de miradas sucias incluso si un tipo que está simplemente caminando se sintió atraído hacia el ruido repentino.
El Accesorio
Las mujeres utilizan accesorios para llamar la atención – un perro, un bolso, un niño o lo que sea que esté a la mano. El bolso se puede balancear o revisarlo en forma tal que capture la atención de la persona más ciega en la habitación. De la misma forma, los niños pueden ser, consentidos o castigados justo cuando un hombre camina cerca, en ese momento la madre dice “Que ese hombre tan lindo no te vea comiendo dulces” o “No te pongas en el camino de ese hombre tan lindo o te vas a lastimar.”
Algunas mujeres declaran que la mejor forma de conocer a un hombre es comprar un perro y llevarlo a una caminata, donde vas a conocer a un hombre guapo ya quien está paseando a su perro o tal vez está caminando sólo. Si se hace bien, ella sabe que su perro va a seguir la tentación irresistible de interactuar con el perro del hombre, y tiene el bono que las correas podrían enredarse. En esta escena ella gana los ojos de él, y con suerte su conversación… ¿Se van a casar?
Gesticulando
Las mujeres son particularmente adeptas en usar movimientos físicos para ganar la mirada masculina. Los muchos movimientos y las posturas de los brazos, la mano puesta en el lugar estratégico del pecho, del muslo, del estómago y las puntas de los dedos extendidas para tocar varias partes del cuerpo o de la cara – el mentón, los labios, el escote. O consideren peinar, mover, o hacer rulos con el pelo, y los movimientos delicados, las miradas de los ojos, todo diseñado para forzar una interacción por parte del cosechado.
El Inclinarse
Lo que Sheryl Sandberg no ha admitido es que las mujeres se han estado inclinando durante milenios – con su escote. Ellas hacen esto por las mismas razones por las que Sandberg declara – para obtener un aumento de sueldo, una promoción, más dinero, estatus y matrimonio. Tal vez lo que Sandberg entiende inconscientemente al usar esa expresión-inclinarse – el viejo truco de mostrarle los senos. ¿A qué otra cosa se refiere con “inclinarse”?
Sin embargo, no sólo sucede en la reunión de trabajo o en la entrevista de contratación con el oficial de Recursos Humanos. Igualmente sucede en el bar, en el gimnasio, en el concierto y en el Mall, lugares donde las mujeres puden obtener in aumento sin siquiera pedir uno, al menos no pedirlo en forma verbal. Todo lo que tiene que hacer es inclinarse para obtener la atención que ella quiere.
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¿Notaste algo sobre estas técnicas? Son las mismas usadas por quienes trabajan en ventas, como las que usan los que venden productos en un Mall, quienes rebotan en una cama rebotadora, giran una pluma o bailan mientras el comprador inocente en su dirección sólo para ser asaltado por un show de colores y movimiento. Pero en lugar de vender un producto, la mujer que cosecha la mirada quiere que tú la desvistas con tu mirada, una señal de que las técnicas tienen poder sobre tí para que ella pueda obtener ganancias narcisistas o materiales.
La próxima vez que te encuentres en esa situación, intenta agarrar un poco de agencia verdadera para mirar hacia otro lado de la cosechadora y disfruta de la comedia ya que ella se enfurece de que tú te rehúses y ella va a intentar salvar su esfuerzo fallido con más fuerza, velocidad, y en una forma más obstruyente.
Verás, la verdadera falta de agencia aparece cuando los sentidos de un hombre son violado por una llegada de estímulos sensoriales, un bombardeo que llega de los planes egoístas de alguien sobre lo que tú deberías estar mirando.
Referencias:
[1] Laura Mulvey is credited with coining the phrase ‘The Male Gaze’ in her 1975 article Visual pleasure and narrative cinema.
https://www.avoiceformen.com/sexual-politics/m-g-t-o-w/harvesting-the-male-gaze/